De acuerdo con la Secretaría de Salud, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil en el mundo, por ello es importante tomar conciencia y realizar las acciones adecuadas para combatir este problema.
La obesidad se caracteriza por una acumulación progresiva y excesiva de grasa (particularmente en el abdomen) y por un incremento en el peso corporal. Este problema se da, en gran parte, debido al sedentarismo, el abuso de la tecnología y la falta de actividad física, entre otros factores.
La obesidad infantil puede estar asociada a una amplia gama de complicaciones graves de salud y a un creciente riesgo de contraer enfermedades prematuramente, entre ellas:
- Diabetes mellitus
- Problemas en pies y espalda
- Trastornos hormonales
- Hipertensión arterial
- Várices
- Cáncer
A pesar de existir aspectos que pueden influir en el desarrollo de sobrepeso y obesidad, éstos pueden ser prevenibles en gran medida por las políticas, los entornos, las escuelas y las comunidades. Estos aspectos son muy importantes, ya que condicionan las decisiones de los padres y los niños, y pueden hacer que los alimentos más saludables y la actividad física regular sean la opción más sencilla (accesible, disponible y asequible) para evitar te problema.
Para prevenir la obesidad en el caso de los lactantes y los niños pequeños, la OMS recomienda:
- El inicio inmediato de la lactancia materna durante la primera hora de vida.
- La lactancia exclusivamente materna durante los seis primeros meses de vida.
- La introducción de alimentos (sólidos) complementarios nutricionalmente adecuados e inocuos a los 6 meses, manteniendo al mismo tiempo la lactancia materna hasta los 2 años o más.
A los 6 meses deben introducirse en pequeñas cantidades, que aumentarán gradualmente a medida que el niño crezca. Los niños pequeños han de tener una alimentación variada que incluya alimentos como la carne, las aves, el pescado o los huevos, que deben tomar tan a menudo como sea posible.
Los especialistas también señalan que una de las razones de la obesidad en menores en México, es que los niños y jóvenes no consumen fibra, toman poca agua y su alimentación se fundamenta en la ingesta de alimentos ricos en grasa y proteínas, así como refrescos y bebidas azucaradas en abundancia, no obstante, los niños en edad escolar y los adolescentes pueden llevar a cabo estas actividades para ayudarles a no tener sobrepeso, como por ejemplo:
- Limitar la ingesta energética procedente de grasas y azúcares
- Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos
- Realizar actividad física con regularidad (60 minutos al día aprox.)
La obesidad es un conflicto que nos atañe a todas las familias mexicanas, por ende, es primordial que tomemos las medidas preventivas necesarias para evitar este problema de salud, y la atención médica necesaria cuando el problema ya se encuentre presente.
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