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Muchas veces podemos confundir la ansiedad con los ataques de pánico, por eso en esta ocasión vamos a hablar de ciertas diferencias entre ambos.
Las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Recurrentemente en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos.
Estos sentimientos de ansiedad interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo.
La ansiedad se ha relacionado con el estrés. Además de los sentimientos de miedo y preocupación, a menudo también hay síntomas físicos, como la tensión muscular.
Es diferente de un ataque de pánico, que es un síntoma del trastorno de pánico. La ansiedad, a menudo, se relaciona con un evento o situación específica, aunque este no es siempre el caso.
Ahora bien, un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. Los ataques de pánico pueden provocar mucho miedo.
Cuando se presenta un ataque de pánico, puedes sentir que estás perdiendo el control, que estás teniendo un ataque cardíaco o, incluso, que vas a morir.
Muchas personas tienen sólo uno o dos ataques de pánico en toda su vida, y el problema quizás desaparece cuando se resuelve una situación estresante, sin embargo, si tienes ataques de pánico inesperado y recurrente, y pasas mucho tiempo con miedo constante de sufrir otro ataque, es probable que tengas una afección llamada “trastorno de pánico”. Sólo un especialista puede confirmar esto.
Mientras que, un ataque de pánico puede ocurrir sin ningún desencadenante específico, y los síntomas son mucho más graves que los síntomas de la ansiedad. Estas son algunas de las características que los distinguen.
Un ataque de ansiedad o ansiedad:
- Puede tener un desencadenante específico, como un examen, problemas en el lugar de trabajo, un problema de salud o un problema sentimental.
- No es una afección diagnosticable.
- Es menos severo que un ataque de pánico.
- Se suele desarrollar gradualmente cuando una persona se siente ansiosa.
- Implica síntomas físicos, como latidos cardiacos acelerados o un “nudo en el estómago”
Un ataque de pánico:
- No tiene un disparador específico.
- Puede ser un síntoma de trastorno de pánico, una afección diagnosticable.
- Presenta varios síntomas.
- Puede suceder si una persona se siente tranquila o ansiosa.
- Presenta síntomas físicos y sentimientos de terror tan intensos que la persona teme una pérdida total de control o la muerte inminente.
- A menudo ocurre de manera repentina e inesperada y dura entre unos minutos y una hora, aunque el impacto negativo puede continuar.
*Fuente: Mayo Clinic, Medical News Today.
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